Matemáticas Financieras
Unidad V
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INTRODUCCIÓN

El lector ya conoce en este nivel de sus estudios profesionales, que una institución que se dedique a cualquier rama, deben adquirir bienes para cumplir con sus objetivos. Algunos de esos bienes los compra como insumos para producir otros bienes o productos terminados que simplemente va a comercializar. En cambio, otros de esos bienes los usa durante un largo tiempo. Tal es el caso de la maquinaria y el equipo de oficina o vehículos de transporte que las empresas compran para su propio uso. El lector ya sabe que a ese tipo de bienes se les denomina activos fijos.
Los activos fijos pierden valor conforme el tiempo pasa y cómo se utilicen, pero llega un momento en que el bien ya no es útil y debe desecharse y sustituirse por otro similar. Esto es un proceso natural que los sistemas de información financiera de las empresas deben mostrar en los informes que proporcionan a sus propios ejecutivos y a los terceros interesados, ya sean los accionistas, el gobierno o el público en general. La manera como los sistemas financieros reflejan este proceso de “envejecimiento” de los activos se denomina depreciación, éste se lleva a cabo mediante asientos contables periódicos en los que se carga a los resultados una determinada cantidad, misma que se abona al valor del activo en cuestión. El estudio de cómo se producen esos cargos y de cómo se refleja en la pérdida de valor de los activos, es el objeto de estudio de la presente unidad.
La misma palabra depreciación nos da la idea de pérdida de precio o más exactamente, valor. A las maneras como puede mostrarse esta pérdida de valor se le conoce como métodos de depreciación. Algunos de éstos son aceptados con fines fiscales (para pagar más o menos impuestos) y otros no; sin embargo es importante conocerlos para aplicar, para efectos internos, el método que mejor indique la realidad del activo en cuestión. Así la información que utilizarán quienes toman las decisiones dentro de la empresa será la más real, aunque para efectos externos debamos apegarnos a preceptos fiscales.
Existen varios conceptos importantes para esta unidad y a continuación los explicaremos brevemente:
El valor a depreciar del bien es la base del proceso de depreciación. Frecuentemente es igual al valor de adquisición; pero en algunos casos, el de los inmuebles, por ejemplo, esto no es así pues la parte del precio de compra correspondiente al terreno, no se deprecia.
La vida útil del bien es el tiempo en años que consideramos utilizar el activo en cuestión.
La depreciación del periodo es el valor del cargo a resultados y de la disminución del valor del bien de ese periodo.
La depreciación acumulada es la suma de las depreciaciones de todos los periodos que ha sufrido el activo.
El valor en libros es el valor depreciable del bien, menos la depreciación acumulada que tenga.
El valor de salvamento o valor de desecho de un bien es el monto que, consideramos, recuperaremos del bien cuando nos deshagamos de él.
De lo anterior se deduce que si sumamos valor en libros más la depreciación acumulada, más el valor de rescate del bien; esta suma será siempre igual al valor depreciable del activo.
El cálculo principal que debemos hacer en el momento de depreciar un activo es calcular cuál será la pérdida de valor del bien (depreciación), que reportaremos cada periodo (usualmente cada mes). Para hacer ese cálculo, debemos, primero, elegir un método de depreciación entre los existentes. Ese método, como ya lo mencionamos, debe ser el que más se apegue a la realidad de la vida del activo. Entre los métodos de depreciación más utilizados tenemos los siguientes:
a) Línea recta. Se carga una cantidad constante como la depreciación de cada periodo.
b) Porcentaje fijo. Como su nombre lo indica, se carga a cada periodo un porcentaje fijo o constante del valor en libros.
c) Suma de dígitos. Es un método relativamente sencillo cuya particularidad es que los cargos periódicos son decrecientes.
d) Por unidad de producción. Se estima cuántas unidades va a producir el activo durante su vida útil y, de acuerdo con las realmente elaboradas durante el periodo, se hace el cargo correspondiente.
e) Fondo de amortización. Se utiliza para crear un fondo que nos permita reponer el activo al final de su vida útil.
Dado que el correcto cálculo de la depreciación de nuestros activos es muy importante para valuar correctamente nuestro patrimonio o el de nuestra empresa, recomendamos al lector el cuidadoso estudio de la unidad.